Las 5 fantasías sexuales que tienen los hombres : y que nunca confiesan

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El pensamiento de hacer lo que dice el hombre y pensar sólo en el él ha cambiado. Ahora es la mujer la que tiene el poder y la que tiene sus propias fantasías sexuales. Las mujeres también tienen las suyas, aunque no siempre lo expresen verbalmente. Afortunadamente esto ha cambiado y no sólo por el bien sexual de la mujer sino también del hombre. La mujer pide igualdad en todos los campos, y la carrera hacia esta igualdad también incluye al plano sexual. Otra fantasía habitual entre las mujeres es cierta sumisión o dominación. Es una fantasía que también tienen muchos hombres. A muchos de ellos también les atrae y les excita que la mujer sea la encargada de llevar las riendas y que sean ellas quiénes manden durante el acto sexual. De igual forma, hay mujeres que fantasean con que un hombre conocido o no les diga qué tienen que hacer y les hagan sentir placer sin que ellas les pidan qué tienen que hacer.

1 Mujeres mayores

Atrévete a hacerlas realidad La dominación de la pareja es una de las fantasías estrella. A veces hasta te revolucionan por dentro. Algunas las compartes con el resto. Incluso las haces realidad. Hablamos, por supuesto, de las fantasías sexuales y del placer que nos aportan. Los hombres, como las mujeres, también se excitan con el poder de la imaginación.

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Las fantasías son representaciones mentales que creamos basadas en nuestros deseos. El globo creativo nos permite canalizar determinadas sensaciones físicas como psicológicas que en determinados momentos no podemos expresar. De esta manera, a nivel erótico, las fantasías cumplen una serie de funciones para nuestra persona: 1. Ayudan a la comprensión de nuestra persona en el terreno psicosexual Este es el punto de partida para dejar de culparnos por sentir una cosa u otra. Esto nos da a conocer muchas partes de nuestro yo y a partir de ahí poder desarrollarlas como queramos. Surgen a partir de nuestros sentidos pero de una forma denial consciente. Pueden ser escenas que ya hayamos vivido y las volvemos a revivir; pueden ser escenas no vividas y que deseamos que ocurran; o pueden ser escenas no vividas y que no queremos que nos pasen.