'Squirting': todo lo que necesitas saber sobre el gran misterio del orgasmo femenino
Inmediatamente, recibía un gran chorro de agua callejero sobre su cuerpo, sofocando así su calor interno generado por la calurosa noche de verano y otras calenturas, muy probablemente. Curiosas asociaciones y símiles hiperbólicos creados por la mente de una sexóloga inquieta. La eyaculación femenina no suele ser tan llamativa, tan potente ni se expulsa tanta cantidad de líquido y, aunque muchas mujeres puedan pensar que se han orinado, no es así. Conocer dónde tocar, cómo hacerlo, nuestra actitud para facilitarlo y descubrir algunos consejos para no cortar la erótica del momento, es fundamental. Pero el squirting parece que ha creado tendencia y son muchas las mujeres y hombres que desean conseguirlo y provocarlo. Para ello es necesario estimular enérgicamente el ya conocido Punto G, descubierto por el ginecólogo Ernst Gräfenberg en los años 40 por casualidad, y bautizado en su honor en Lo podemos localizar a unos 3 o 5 centímetros de la entrada de la vagina, en su cara anterior. Es una zona de textura rugosa que se suele engrosar cuando la mujer se excita. Sería recomendable estimular previamente el clítoris para que la mujer se excite y conseguir, a través de sus raíces, que se engrose la zona para poder localizarlo mejor.
¿CÓMO CONSEGUIR UN 'SQUIRT'?
MicrozoaGetty Images El squirt no es el equivalente femenino a la eyaculación masculina. Cuando alcanza el punto necesario para desatarse, un generoso chorro de deducido transparente que no huele a carencia se expulsa a través de la uretra, por eso muchas mujeres se piensan que se han meado además cuando sucede. Llegar al squirting requiere las mismas habilidades que cualquier relación sexual de calidad: saber dónde tocar, crear grandes dosis de excitación y estar bien relajados. El chorrazo.
Video Playlist
El squirting se ha convertido en un fetiche importante La eyaculación femenina es uno de los grandes debates amatorio fisiológicos del siglo XXI. Por un lado, parece un equivalente del bastante difundido fetiche de la eyaculación masculina, ya un subgénero en sí mismo para algunas productoras que ha sido criticado por el feminismo. Parece para algunos hombres una especie de lucimiento de que se ha alcanzado el objetivo, como una recompensa al ahínco amatorio. Hasta tal punto ha llegado la moda que el pasado mes de diciembre fue prohibido en Inglaterra junto a otros comportamientos indudablemente violentos como los azotes o las estrangulaciones. El Reglamento de Medios Audiovisuales de intentaba, con esta orden, proteger a la infancia y restringir aquello que puede ser visto en una cancel. Porque, en realidad, lo que prohibió la junta fue el squirting, y no la eyaculación femenina en sí, dos cosas que, como explica un artículo publicado en Fusion, se parecen pero no son iguales. Una investigación publicada en el pasado mes de diciembre por el doctor Samuel Salama en el Journal of Sexual Drug aclaraba que se expelen distintos líquidos en ambos actos, y que en el caso del frecuente squirting del porno, este puede incluir orina.
EL ESPAÑOL
Amor J. Por eso, los investigadores se han afanado de un tiempo a esta parte sobre todo en descifrar los misterios que se ciernen sobre el placer femenino. En realidad, el squirting o femme fontaine, tal y como los franceses lo denominan sigue siendo un fascinante misterio para la ciencia. Pese a todas las investigaciones que se han realizado al respecto, no sabemos con exactitud por qué algunas mujeres son capaces de soltar semejante chorro durante el orgasmo y otras no lo hacen.