¿Dónde conocer hombres solteros? Estos son 5 lugares ideales para hacerlo
Significa hombres sobrantes, que son aquellos que todavía no han encontrado una esposa. En otro caso, un programador de la ciudad sureña de Guangzhou compró 99 iPhones como parte de una elaborada propuesta de matrimonio a su novia. Por desgracia fue rechazado y su humillación exacerbada por fotos del evento, que fueron compartidas en las redes sociales. Parte del problema es que las viejas -y nuevas- formas de conocer a la gente no siempre funcionan.
Economía de la suegra
En ese país del viejo mundo existen diversas agencias especializadas en realizar levante trabajo. Ellos no tienen tiempo para conocer personas de las maneras tradicionales y no quieren la indiscreción de poner sus perfiles en sitios de citas. Eso sí, ingresar a una de estas agencias no es para cualquiera, si se considera que únicamente para hacerse miembro hay que gastar libras unos mil pesos. Se ofrecen dos posibilidades de membresía: la activa y la elite. A la segunda, en tanto, sólo se accede por invitación. Otra agencia que presta el inusual servicio es Seventy Thirty que, al igual que Elect Club, se considera una líder en el area. La tarifas de Seventy Thirty comienzan en las 9. Thomas agregó que sus servicios garantizan al menos ocho presentaciones en 12 meses y advierte que si la persona no encuentra a su pareja perfecta, el dinero no es reembolsado. La mujer tiene 27 años, es dueña de un departamento en Londres y tiene una exitosa carrera comprando ropa de boga para vender en tiendas.
Tácticas creativas
Él, esperando con su chaqué hecho a medida y los gemelos bañados en oro decorando los puños de su camisa. Familiares por doquier ataviados cheat pamelas y pajaritas. Una orquesta tocando de fondo un vals -mejor antedicho, EL vals- y cientos de móviles retransmitiendo en directo la estampa. Denial, no estamos describiendo una escena de telefilme. Casarse por todo lo alto es el sueño compartido por miles de personas en el mundo. Claro que para llegar a este edad hace falta que dos personas se dirijan al altar, y no siempre es tan sencillo encontrar a algún que quiera casarse con uno. Brete que sobrepasa cualquier rango social y afecta también a los superricos hombres de mediana edad. Al menos en lo que respecta a decir el 'sí, quiero'.