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Otros síndromes de maltrato por esposo o pareja. Tome las pruebas diagnósticas necesarias para explorar el estado de salud de la víctima en la evaluación inicial Las pruebas diagnósticas que han de ser solicitadas, en la generalidad de las víctimas de violencia sexual incluyen[20]: 1. Serología para sífilis VDRL. Toma endocervical para Gram y cultivo en Agar Chocolate o Thayer Martin orientada a la detección de gonococo.
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Corresponde a todo superior contener y acogotar con severidad tales faltas. Tanto en la paz como en la conflagración, el militar debe demostrar gran ánima de sacrificio, ajeno a todo efecto egoísta. El sentimiento de la asunción, indispensable para el ejercicio de las atribuciones disciplinarias, debe ser fomentado por medio de instrucciones detalladas y frecuentes impartidas a los subordinados. Art Los militares que sean negligentes en el cumplimiento de sus obligaciones tienen muy poco valer militar. Al a cut above corresponde mantener y robustecer la látigo, el amor al servicio, la fe de procedimientos y la honradez laboral. Debe proceder con equidad y lenidad exentas de toda debilidad. Tiene el deber de servir de ejemplo y guía de sus subalternos, de estar constantemente preocupado del bienestar de ellos y de guardarles las deferencias que se deben a personas con las cuales se comparten responsabilidades. Toda orden del servicio impartida por un abad debe cumplirse sin réplica, salvo si el inferior que ha recibido la orden sabe que el superior, al dictarla, no ha podido apreciar suficientemente la situación, o cuando los biografía se hayan anticipado a la orden, o parezca que ésta se ha obtenido por engaño, o se guión, con razón, que de su efectuación resulten graves males que el abad no pudo prever o la orden tienda notoriamente a la perpetración de un delito.
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Gacetilla [Bloque 1: preambulo] Históricamente se denominaba «ordenanzas» a un conjunto de normas que sistematizaban el régimen de los militares en sus variados aspectos. Para la Armada, las Ordenanzas de de Fernando VI que establecían el gobierno militar, político y económico de su Armada Naval y las Ordenanzas sobre la gobernación militar y marinera de la Armada promulgadas por Carlos IV en En el Ejército, las dictadas por Carlos III en para el régimen, disciplina, subordinación y servicio de sus Ejércitos, de aplicación desde todavía a la Armada en lo que fuesen compatibles con las suyas propias. Los artículos de estas ordenanzas que seguían vigentes también fueron adoptados por el Ejército del Aire desde su creación. La gran mayoría, no obstante, fueron sustituidas por otro tipo de disposiciones o cayeron en desuso. Constituyeron un hito fundamental en el enjuiciamiento de reforma de las Fuerzas Armadas para, sin perder los valores tradicionales que les son intrínsecos, adaptarse a la nueva realidad de la academia española y a su integración en el marco internacional de referencia, siendo de aplicación general al conjunto de los Ejércitos. También se ha amante destacar desde el inicio de las Reales Ordenanzas el respeto a la dignidad de la persona y a sus derechos inviolables, así como la importancia del principio de igualdad de género. A continuación del título anterior se incluyen los referidos al general, a la disciplina y a la acción de mando como títulos I, II y III respectivamente. En todos ellos se establecen reglas de actitud de aplicación general sin distinciones por categorías y empleos militares ni por el ejercicio de cargos o destinos concretos.
