Sofía de Grecia
El conspirador que asesinó a Alejandro Magno, a la esposa de éste, a sus hijos y a su madre La homosexualidad en la Antigüedad es un tema que la mayor parte de la historiografía ha evitado de forma premeditada hasta hace poco tiempo. El resultado es un concepto equivocado e idealizado de lo que era tolerado socialmente en el periodo. En definitiva, y así lo denuncian distintos autores desde hace años, las generalidades han transmitido una visión desdibujada de la realidad sexual en la Antigua Grecia y en la civilización que posteriormente recogió su legado, Roma. El propio Zeus, « el padre de los dioses y los hombres », tenía a un joven troyano, Ganimedes, como a uno de sus amantes favoritos. Tras un largo periodo marcado por la censura en temas de homosexualidad, no se publicó un libro en inglés que tratara en exclusiva el tema histórico de la homosexualidad hasta«Homosexualidad griega» de K. Dover, que provocó airadas protestas en Grecia. Desde entonces, el tema se ha inundado de imprecisiones y generalidades de tintes literarios. Lejos del concepto moderno de homosexualidad entre adultos, los griegos practicaban la pederastia como una forma de introducción de los jóvenes ya en la pubertad a la sociedad adulta.
Jorge I de Grecia
Estas muestras de sabiduría popular, caracterizadas por su brevedad, abundan en Valladolid y pueblos de la provincia, de adonde proceden las que insertamos seguidamente. El Diccionario define la greña como masa de pelos revuelta y mal compuesta, propia de personas poco o carencia cuidadosas en su aseo personal. Esta forma de desaliño era bastante asiduo en otros tiempos entre las mujeres de baja condición social, las cuales, por otra parte, al enzarzarse en la pelea, hacían presa obstinada de sus respectivas cabelleras. Cuando infringen la ley, se entregan con tal placer y exceso que les produce un efecto terrible, hasta coger lo que se llama una turca o bimba. Quevedo, en su Cuento de cuentos, escribe: «Le advierto que si denial calla le ha de costar la torta un pan. Siempre ha pesado sobre las hospederías dudosa fama respecto las comidas. Procede de que los vecinos de los pueblos acudían al pregonero para que, mediante una aguinaldo, pregone sus frutas, vinos, etc. Julio Casares afirma: «De bote en bote es el modismo francés de attack a bout, que en nuestra cabo no tendría explicación, puesto que ninguna de las acepciones castellanas de bote podría servimos para el caso.